Las primeras veces, la desigualdad y la pobreza
Dra. Amelia del Sueldo Padilla
Qué cambios observamos de hace 50 años a la fecha en las primeras veces de nuestrxs adolescentes. Aún hoy siguen existiendo los condicionamientos que hacían que la novia esperara para perder su bien más preciado: la virginidad, a manos de un novio con experiencia que le mostrara lo que era ser buena en la cama? Seguimos recibiendo e inculcando este mismo mensaje?
Sabemos que aún hoy, hay un gran porcentaje de chicas que espera encontrar al hombre indicado para tener su primera relación sexual coital, lo que implica algún compromiso afectivo al momento de tomar esta decisión, están las que lo hacen por curiosidad, las que sienten que es su momento, las que manifestaron algún grado de coerción ejercida por la pareja, las que se sintieron violentadas y abusadas, y las que no pudieron resistir la presión de los pares o la presión internalizada.
En la medida que la adolescente es más madura y su nivel de educación es mayor, puede manejar mejor estas variables y tomar ella una decisión conducente a la iniciación de la actividad coital. Y si es lesbiana o trans? Cómo hace? Quiénes son sus interlocutores? Por qué lxs adultxs no estamos más cerca para escucharlos? Y por lo menos aceptar que nos sentimos limitadxs o sobrepasadxs, pero que tengan la posibilidad de una escucha entre quienes son lxs responsables de su cuidado y protección?
Eso sí, hablamos poco y nada en la familia, mucho menos la posibilidad de encuentros seguros en la misma casa, donde la intimidad se respete, y una puerta cerrada signifique eso. Donde se hable abiertamente de la importancia de los métodos anticonceptivos, de las relaciones violentas en el noviazgo, de la importancia de los propios proyectos. O del autoerotismo, la tan mancillada masturbación? O sea, cuál es nuestro mensaje como adultxs?
Cuántos prejuicios, cuánto vivir del qué dirán, cuánto de estar pendientes de una imagen. Que en definitiva a quién le importa? Todo es tan fugaz, que la última noticia ya es vieja y el snapchat ya ni te recuerda.
Y con los varones, es igual? A medida que la mujer fue liberándose de algunos estereotipos y decidiendo de acuerdo a sus deseos, el varón pudo debutar en muchos de los casos con su novia, en un touch and go, bastante más lejano ya de aquel tío piola, padrino, padre o abuelo que lo llevara a un prostíbulo para su inicio sexual coital.
Lo que observamos es que existe heterogeneidad en las conductas y circunstancias, algunos apostaron a un modelo de integración sexualidad/afectividad, otros actuaron de acuerdo a su deseo, pero ninguno se sintió juzgado, es más, sintieron que con eso accedían cual rito iniciático a la categoría de Hombres Machos. Lejos de hsh, hombres que tienen sexo con hombres.
Esta conducta machista de iniciaciones precoces y disociadas, son aún aplaudidas porque de alguna forma aleja el fantasma del hijo gay.
Mala palabra para los machos, tan machos ellos, que cuanto más erecto, mejor, que cuantas más vaginas, mejor.
Creyendo que un pene erecto sólo puede encontrarse con una vagina a fin de transformar a esa mujer en una pertenencia.
Como vemos, hoy como ayer la construcción genérica tiene que ver con la toma de esta decisión tan influenciada por los medios de comunicación social que invaden la cotidianeidad de la vida del adolescente con imágenes y símbolos sexistas.
Qué importante sería que desde estos mismos medios se fomentara la reflexión que ayude a desmitificar muchos de estos estereotipos sexistas.
Iniciarse en el momento elegido, con la pareja deseada, contenidos, protegidos, no es un ideal, es un derecho al que debe aspirar todx adolescente.
Es probable que con esta formación, cuando decidan una convivencia o un matrimonio, sus relaciones sexuales sean por amor, por placer, porque ambos lo deseen y no por obligación conyugal. Sin dejar de tener en cuenta que de acuerdo al último informe sobre el estado de población difundido por Naciones Unidas, el embarazo en la adolescencia es una de las mayores expresiones de desigualdad y pobreza. La Tasa de fecundidad adolescente se ubica en el 68/1000, por encima del promedio que la ONU adjudica a las regiones menos desarrolladas.
Entender que la Educación Sexual es fundamental, que las relaciones sexuales deben ser un intercambio gozoso y placentero. Que la inclusión en los diversos programas tanto en salud como en educación es un derecho de todx adolescente. Que la penetración puede ser importante, pero la comunicación sensual y sexual es tan infinita como personas existimos. Que todo esto no es Natural. Que somos producto de una construcción y por lo tanto con posibilidades de aprender, cambiar y modificar conductas. Que la vida es eso, la posibilidad de encuentros donde salgamos enriquecidxs. Esto no es una utopía.
Dra Amelia del Sueldo Padilla
Médica Sexóloga
Presidenta AASES
Asociación Argentina de Sexología y Educación Sexual
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